Si Hipolito sabe contar...

Por Miguel A. Guerrero Pérez

Hipólito Mejía fue un excelente candidato en el año 2000. Con relación a su presentación en el 2004 encabezando la boleta perredeista él mismo ha tenido que presentar excusas por la situación que provocó imponiendo la reelección presidencial.

En el 2008 no pudo presentarse porque la constitución que él reformó se lo impedía. El denominado pacto de las corbatas azules, de Miguel Vargas y Leonel Fernández, le abrió las puertas para el 2012 donde perdió entre otras cosas por su pésimo desenvolvimiento.

Los que apoyamos su candidatura teníamos que sufrir sus constantes metidas de pata y su pobre participación en foros a los que eran convocados los candidatos.

No sabíamos si era preferible tener un candidato mudo o uno ‘atípico’ que opinara de todo cuanto se le ocurriera.

En el 2012 era tal el deseo de cambio ante los desmanes del gobierno peledeista que la inversión desmedida de recursos del Estado, la traición del presidente del PRD y el fraude electoral necesitaron la ayuda del candidato Mejía con sus torpezas para que su oponente pudiera proclamarse ganador.

Ahora, de nuevo, Hipólito pretende ser candidato.

Aquel que insistió que no se iba a dejar hacer la ‘coca’ que le hicieron, que se autoproclamó ‘líder’ de una oposición que nunca ejerció, quiere una nueva oportunidad cuando su tasa de rechazo crece y la ciudadanía pide nuevas caras, un cambio generacional.

Hipólito, que se dejó quitar el PRD a pesar de representar el sector mayoritario, que no supo actuar con la inteligencia de Guido Gómez Mazara para tratar de rescatar el partido, cree que él puede llevar al PRM a un triunfo que no logró en mejores circunstancias con el PRD.

Lo lamentable de todo esto es que así como Miguel Vargas cuenta con algunos seguidores, cada vez menos, por suerte, Hipólito tiene quienes le hagan coro a sus pretensiones suicidas.

Sé que somos muchos los que ya nos cansamos del Hipólito candidato que mientras miles de personas emplean su tiempo e invierten recursos a favor de su causa, él en un abrir y cerrar de boca, tira por el suelo esos esfuerzos.

Si quieren llevar a Hipólito que lo lleven, pero si él sabe contar… que sepa que va a restar mucho más de lo que sumará.
Fuente: Precisión