Del padre Alberto Espinal para la familia Veloz Navarro, desde New York

Que cerca me siento de ustedes en este momento. Mamerto hombre de Dios y de una profunda esperanza, de una transparencia inmensurable. Hoy me siento muy triste por la partida de mi gran amigo y compañero de camino Mamerto.

 Gracias por tu honestidad, trabajo y sentido profundo de la verdadera familia. Gracias por tu colaboración para la construcción del templo donde en este momento se te da el último adiós.

 Tengo tantos recuerdos lindos de él, que no me daría este espacio para redactarlo, pero te recordare como un hombre de Dios y de trabajo; que esa sonrisa transparente y a veces hasta inocente te conduzcan al Reino eterno, ofreceré tus nueve misas desde aquí New York. Estoy con la comunidad y su queridísima familia, pa’ lante y a imitar ese gran testimonio que hoy enriquece a Padre Las Casas. Les quiero mucho a todos.
  P. Alberto Espinal Ciriaco