Variedades

miércoles, 7 de marzo de 2007

Humor

Un hombre moribundo esta acostado en la cama rodeado por su medico, su abogado, su esposa y sus hijos, todos llorosos y con gesto compungido. De pronto se incorpora y los mira fijamente.
—¡Asesinos, ladrones, ingratos, sinvergüenzas!
—Despotrica y vuelve a tumbarse de espaldas.
Desconcertado por el súbito arrebato de furia, el medico comenta:
—Creo que este hombre empieza a mejorar.
—¿Por qué lo dice doctor?—pregunta la esposa sorprendida.
—Porque nos ha reconocido a todos.

Un hombre ya no soporta a la mujer con quien salio a cenar en una cita a ciegas. Por fortuna para él, le pifio a un amigo suyo que lo telefoneara al restaurante a las 9 de la noche en punto para inventar una excusa y escabullirse. Tal como convinieron, el tipo recibe la llamada y le dice a su acompañante:
—Lo siento mucho, tengo que irme. Mi padre acaba de morir.
— ¡Gracias a Dios!
—Responde ella—. Si no se hubiera muerto el tuyo, tendría que haber sido el mío.

UN par de patrulleros de Alabama están a punto de alcanzar un automóvil que va con exceso de velocidad por la carretera cuando de pronto lo ven cruzar la línea divisoria del estado de Georgia. El policía que esta al volante reduce poco a poco la velocidad hasta que finalmente se detiene.
—Pero ¿qué diablos hace?— lo increpa su compañero— ¡ya casi lo alcanzábamos!
—Si, pero acaba de cruzar la zona de horario del este y ya nos lleva una hora de ventaja.

Luego de varias semanas de tolerar las ausencias de Pérez al trabajo, el jefe lo llama a su oficina para reprenderlo.
—Oiga, Pérez—le dice—, he notado que cada vez que lleva a su tía a consultar al medico, hay partido de fútbol en el estadio.
—Sí, señor, tiene razón. No me había dado cuenta…¿No será que mi tía finge estar enferma?

Un hombre AMISH y su hijo se encuentran en un lujoso centro comercial. Todo los deslumbra, especialmente las puertas metálicas de un ascensor.
—Papá, ¿qué es esto?—pregunta el niño.
—No sé, jamás había visto nada igual.
De pronto una mujer obesa y entrada en años se acerca al ascensor y oprime un botón. Las puertas se abren y la señora entra. El hombre y el niño ven cómo las puertas se cierran y las luces del tablero exterior se encienden una por una. Segundos después, las luces comienzan a encenderse de nuevo, pero en sentido inverso. Finalmente, las puertas se abren y sale una despampanante rubia de 25 años.
El padre, sin apartar la mirada de ella ni un instante, le ordena al niño:
— ¡Rápido, hijo, ve a buscar a tu madre!


Tomado de: Selecciones

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