Variedades

martes, 17 de julio de 2007

chistes

El jefe le dice a su joven e inexperta secretaria:
—Señorita, aquí tengo unos documentos importantes y confidenciales. Por favor, guárdelos en un sitio seguro.
—Desde luego señor Sánchez —Contesta ella—. Es mas los pondré en el archivo, porque allí nadie encuentra nada.

Un domingo, un hombre va a la iglesia y escucha con atención el sermón, cuyo tema son los Diez Mandamientos. Se siente tan conmovido que al final se acerca al cura.
—Padre, quiero confesarme porque he pecado.
—Dime, hijo.
—Perdí mi sombrero y vine a la iglesia a robar uno. Pero me arrepentí cuando oí su sermón.
—Te felicito —responde el sacerdote—. “No robaras” es un mandamiento poderoso.
—Es cierto—contesta el hombre—. Pero fue justo con la mención del mandamiento de “No cometerás adulterio” cuando recordé donde deje el sombrero.

El boticario me acaba de insultar—se queja una mujer con su esposo.
El marido, hecho una furia se sube a su auto y se dirige a toda velocidad a la botica para vengar a su amada.
— ¡Antes de golpearme déjeme explicarle todo lo que me pasó hoy!—le suplica el boticario—.
Primero, no sonó mi despertador y me quedé dormido. Como Salí con prisa, se me olvidaron las llaves de la casa y del auto y tuve que romper una ventana para entrar por ellas. Luego se me desinfló un neumático. Cuando por fin llegué a la botica y me pare detrás del mostrador, había una larga fila de clientes esperando que los atendiera. En eso empezó a sonar el teléfono. Al agacharme para recoger un rollo de monedas, me golpee con una gaveta, caí de espalda y destrocé la vitrina de los perfumes. Mientras tanto, el teléfono seguía sonando. Levanté el auricular y era su esposa, que me preguntó cómo se usa un termómetro rectal. ¡Le juro que lo único que hice fue contestar a su pregunta!.

Pregunta la maestra:
–Si tuvieran un dólar, y le pidieran otro a su padre, ¿Cuántos dólares tendrían?
Vincent alza la mano y responde:
—Un dólar.
La maestra mueve la cabeza y le dice:
—No conoces las matemáticas.
A lo que Vincent agrega:
— usted no conoce a mi papá.

Un hombre se asoma a una peluquería y le pregunta al barbero:
— ¿en cuanto tiempo se desocupa?
El peluquero da un vistazo alrededor de su local y responde:
—En unas dos horas. El sujeto sonríe y se va. Al otro día vuelve a asomarse y pregunta:
—En cuanto tempo se desocupa?. Y el barbero contesta:
—En dos horas quizá.
De nuevo, el hombre se marcha sonriendo. Como al día siguiente ocurre lo mismo, el peluquero, intrigado, le dice a su ayudante:
—Hazme un favor. Sigue a ese fulano y dime a donde va.
Al cabo de un rato el ayudante regresa, y con una sonrisa de oreja a oreja, anuncia:
— ¡El tipo fue a tu casa!

Diálogo entre dos estudiantes de secundaria después de un examen de literatura:
— ¿Cómo te fue?
—muy mal. Entregué la hoja en blanco.
—Yo también. Ojala el maestro no piense que nos copiamos.

Mientras visita una tenebrosa mansión antigua, una turista solitaria le confiesa al guía que los fantasmas le causan pavor, y que si en ese instante se le apareciera alguno, caería muerta de un infarto.
Para tranquilizarla, el guía le asegura que en todos los años que lleva en la casona jamás ha visto un espectro.
— ¿Y cuanto tiempo lleva trabajando aquí?
—Pregunta ella.
—Trescientos años.

Un médico hace una visita a domicilio a un paciente a la hora del almuerzo y, al ver lo que el hombre esta comiendo, en tono de reproche le dice:
— ¡Que barbaridad! Usted me aseguró que era vegetariano estricto, ¡Y lo encuentro comiendo asado!
—Es cierto, pero es solo por venganza; este condenado animal se comió las zanahorias de mi huerto.

El paciente le cuenta al psiquiatra:
—Doctor, mi esposa dice que todas las noches hablo dormido. ¿Qué debo hacer ?
—Portarse bien.

La abuela de un niño hiperactivo jugaba con él, a policía y ladrón en un parque. De pronto el chico le “disparó” y gritó:
— ¡Pum! ¡Estas muerta!
La señora cayó al suelo y se quedó muy tiesa. Al ver que la mujer no se levantaba, un hombre que los observaba desde una banca corrió a ayudarla, temiendo que se hubiera lastimado.
— ¿Esta usted bien? Le preguntó. Ella abriendo un ojo y en voz baja respondió:
—¡Cállese! Esta es la única oportunidad que negó de descansar en todo el día.

Una mujer cincuentona esta frotando una lámpara antigua para limpiarla cuando de pronto se aparece un genio y le dice que esta dispuesto a concederle tres deseos. Llena de emoción, ella pide ser joven, rica y que su gato se convierta en un apuesto príncipe. El genio cumple sus deseos.
Entonces el príncipe se acerca a la mujer y la toma amorosamente entre sus brazos. Cuando ella se va llenando de sensaciones casi olvidadas, el príncipe le susurra al oído:
—Te vas a arrepentir de haberme llevado al veterinario para que me hiciera esa” pequeña operaron”.

En la clase dominical de religión el párroco hablaba a los niños de cosas que el dinero no puede comprar.
—El dinero no sirve para comprar alegría ni tampoco amor—sentenció, y para subrayar el punto soltó una pregunta—: Si les diera mil dólares por dejar de amar a sus padres, ¿lo harían?.
Se hizo un silencio. Entonces, desde el fondo del salón una vocecilla respondió:
—A mis papas, no. Pero ¿Cuánto me daría por dejar de querer a mi hermana mayor?

Al ver que una pareja de edad madura no dejaba de mirar las fotos de los paradisíacos destinos turísticos que anunciaba en el ventanal de su negocio, el dueño de una agencia de viajes pensó:
Este año me ha ido de maravilla en el negocio . ¿Por qué no festejarlo regalándoles un viaje? Así que los invito a entrar y les ofreció una semana en la playa con todos los gastos pagados.
Dos semanas después, el hombre regresó a la agencia para darle las gracias al dueño por el generoso obsequio.
—Me divertí de lo lindo—le contó. Oiga, por cierto, ¿Quién era esa señora guapa que me acompaño al viaje?

En el funeral del inventor del limpiaparabrisas, Robert Kearns, todos tenían los ojos llenos de lagrimas, Luego ya no. Luego otra vez.
Dos niños abren la puerta y entran sigilosamente al salón.
La maestra le dice a uno de ellos:
—Jovencito, ¿por qué llegas tan tarde?
— ¡Ay, maestra! La verdad es que soñé que viajaba por todo el mundo y que conocía muchos países, y me desperté un poco tarde.
— ¿Y tu?— le pregunta al otro chico.
—¡Yo fui a recibirlo al aeropuerto!

Al comienzo de una audiencia en el juzgado se produce una discusión.
— ¡Es usted un ladrón!—le grita el fiscal al abogado defensor.
— ¡Y usted, un farsante sin escrúpulos!—replica este en voz alta.
Tras dar un golpe con el mazo en el estrado para imponer el silencio, el juez interviene:
—Una vez que las partes se han presentado debidamente, prosigamos con la audiencia.

Unos investigadores pusieron un anuncio en el periódico en el cual solicitaban personas obsesivocompursivas que estuvieran dispuestas a participar en un estudio sobre este trastorno. La respuesta fue abrumadora: al día siguiente se recibieron 300 cartas de voluntarios. Por desgracia, todas eran de la misma persona.

El médico le dice al enfermo:
—Voy a ponerle anestesia local.
—No, conmigo no escatime. Póngame de la importada.

Un hombre le cuenta a un amigo:
—Mis vecinos de al lado son verdaderamente insoportables. Anoche, en plena madrugada, se pasaron más de media hora golpeando como locas mi pared.
— ¡Qué barbaridad— Seguro que no te dejaron dormir.
—Pues no fue así precisamente. .. yo estaba tocando la trompeta.

Conversación entre dos amigos:
Mi esposa manejaba muy imprudentemente, pero por fin me las ingenié para que dejara ese hábito.
¿Ah, si? ¿Cómo le hiciste?
—Fácil: le advertí que si chocaba, su edad saldría publicada en todos los periódicos.

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